Para comprender las finalidades y características de la ciencia jurídica, puede ser útil considerar ellugar que ocupa como rama de estudio. Ahora bien, el estudio es el conocimiento coordinado por la reflexión, y en cuanto tal es peculiar al género humano, ya que la diferencia fundamental existente entre el hombre y los animales consiste en la capacidad de reflexión del primero. Estamos también sujetos a los impulsos directos de nuestra naturaleza emotiva, pero, al lado de este aparato impulsor directo de nuestra mente, tenemos conciencia de un proceso mental enteramente distinto. Estamos siempre, como si dijéramos, sosteniendo un espejo ante nuestras emociones, resoluciones e ideas, y como resultado de esta conciencia del propio ser estamos viviendo los acontecimientos y acciones de nuestra existencia no sólo en su secuencia directa, sino también como en una serie refleja. Las cuerdas de nuestro espíritu reciben el toque directo del exterior por medio de las diversas impresiones producidas por los objetos que encontramos en nuestro camino, así como por los procesos fisiológicos y espirituales de nuestro propio organismo. El proceso de reflexión nos permite volver a ordenar nuestro acopio de impresiones y memorias, coordinarlas de acuerdo con finalidades conscientes y con arreglo a pautas escogidas de modo deliberado. De este elemento reflexivo deriva el hombre su inmensa superioridad sobre los animales; de ese elemento surgen también el lenguaje, la religión, el arte, la ciencia, la moralidad y el orden político y jurídico. En contraste con las normas sencillas y las diferencias del Derecho positivo que atraviesan la historia de todas las naciones, surge una Ciencia del Derecho, una jurisprudencia, que aspira a descubrir los principios generales que constituyen la base de las leyes promulgadas y de las sentencias judiciales. Especula esta disciplina sobre los procesos de pensamiento que se producen en la mente de los legisladores, jueces, abogados y partes. Esta teoría del Derecho permite a los hombres elaborar y emplear sus leyes deliberada y científicamente, en lugar de crearlas más o menos al azar bajo la presión de las circunstancias. El estudio de la Ciencia del Derecho no es, pues, en modo alguno, un mero expediente académico, ideado para iniciar a los principiantes en el conocimiento de los términos y distinciones principales de su arte, aunque es cierto, desde luego, que la Ciencia del Derecho ofrece una ayuda a este propósito con sus esfuerzos para lograr la solución de los problemas científicos.
93187
Ficha técnica
Autor
Paul Vinogradoff
Editorial
Olejnik
Idioma
Castellano
ISBN
978-956-407-316-3
Fecha de Publicación
02-11-2023
Nº de páginas
128
Encuadernación
Rústica con solapa
Nº edición
1
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