Protección Jurídica del Orden Público, la Paz Pública y la Seguridad Ciudadana "(Duo Papel + Ebook )"

ÍNDICE
PRÓLOGO9
Presentación: Ley, interpretación de la ley y efectividad de los derechos fundamentales11
María Luisa Cuerda Arnau
Juan Antonio García Amado
Seguridad ciudadana y potestad sancionadora15
José Luis Blasco Díaz
La expansión del Derecho administrativo sancionador securitario: análisis constitucional de la Ley Orgánica para la protección de la seguridad ciudadana37
Miguel Ángel Presno Linera
La contrarrevolución preventiva emprendida por el Derecho penal y administrativo para hacer frente a los movimientos de protesta y desobediencia civil63
Guillermo Portilla Contreras
Orden público y adelantamiento de la línea de defensa penal. A propósito de la reforma de los delitos de desórdenes públicos83
Alberto Alonso Rimo
La reforma penal de 2015 en materia de terrorismo: el ocaso de los principios limitadores del ius puniendi119
Antonio Fernández Hernández
Derecho de manifestación y desórdenes públicos141
Gonzalo Quintero Olivares
La reforma del delito de atentado159
Mª Luisa Cuerda Arnau
Caso Aturem el Parlament: una cuestión de atipicidad, no (sólo) de ponderación171
José Manuel Paredes Castañón
Sobre ponderaciones y penas. A propósito de la Sentencia del Tribunal Supremo (Sala Penal) 161/2015, en el caso del asedio al Parlamento de Cataluña193
Juan Antonio García Amad

RESUMEN
La reforma operada en el Código penal de 1995 por LO 1/2015 Y LO 2/2015, así como la aprobación de una nueva Ley Orgánica de Seguridad Ciudadana (LO 4/2015) ha supuesto una involución en el entendimiento jurídico de las nociones de orden público, paz pública y seguridad ciudadana. Como advierte en el Prólogo el maestro VIVES ANTÓN, la protección de esos tres bienes jurídicos fundamentales para la convivencia debe realizarse dentro del mayor respeto al orden constitucional de las libertades. Sin embargo, da la impresión de que el legislador español hubiera conflgurado la protección penal y administrativa de espaldas a ese orden, es decir, no tomando la prioridad de la libertad como punto de partida. Ante ese estado de cosas, los autores enjuician de manera muy crítica las novedades legislativas y abogan decididamente por una interpretación de la ley favorable al ejercicio de los derechos fundamentales, pues sólo así puede evitarse que estas reformas del miedo disuadan a los ciudadanos de ejercer sus derechos de participación en la vida pública.