Blockchain -la tecnología disruptiva de la que todo el mundo habla- se ve acompañada, desde su mismo origen y concepto, por una contradicción valorativa muy intensa. Por una parte, se nos está diciendo que trae consigo una eficiencia, seguridad y transparencia como hasta ahora no habíamos conocido y que va a ser la base de una nueva economía desintermediada mucho más eficiente y hasta de una nueva sociedad más equitativa y más humana; pero, por otra parte, por venir de la mano del fenómeno de las criptomonedas y de las herramientas criptográficas, se asocia a ideas de extrema opacidad, de evasión fiscal, de mercado negro, de la Dark o Deep Web y hasta directamente de delincuencia. Por otra parte, por su propia arquitectura o diseño, se afirma que blockchain es una tecnología muy segura, tamper-proof. Pero al mismo tiempo, presenta sus específicas y graves debilidades: la sostenibilidad de un sistema de registro cuya llevanza se confía en exclusiva a sujetos particulares anónimos sobre la base de un incentivo económico muy volátil; el delicado problema de la gestión y conservación de las claves privadas a las que están vinculados operativamente todos los activos; la cuestionable agilidad de un sistema cuya seguridad se basa en una máxima redundancia; o incluso un importante coste energético y por tanto medioambiental, en la medida en que el funcionamiento del registro requiere la participación de un ingente número de equipos informáticos trabajando de forma ininterrumpida y compitiendo entre sí por superar una prueba de trabajo computacional. Siendo así, un conocimiento básico de la tecnología que subyace a este tipo de plataformas no resulta superfluo ni a un nivel de simple usuario ni menos aún para todo el que tenga algún poder de decisión y responsabilidad en cualquier empresa u organización a la hora de poner en marcha actividades o servicios basados en blockchain. Como tampoco es posible realizar juicio de valor alguno desde una perspectiva jurídica o regulatoria acerca de cualquiera de las muy peculiares innovaciones que trae consigo el fenómeno blockchain -desde la pretensión de crear un dinero al margen de cualquier autoridad, pasando por esas operaciones de captación de fondos llamadas ICO (initial coin offering), o la confección y puesta en marcha de contratos que se autoejecutan con ayuda de programas informáticos (smart contracts), hasta el proyecto de tokenizar los más variados activos- sin conocer y entender ciertos aspectos claves del diseño y funcionamiento de una blockchain.
ÍNDICE
Prólogo a la segunda edición
1. Introducción. Un anómalo consumo doméstico de energía eléctrica y una explicación complicada a la policía
2. El aspecto político. De la Declaración de Independencia del Ciberespacio al Manifiesto Criptoanarquista
3. El aspecto económico. La actividad bancaria es necesaria, los bancos no lo son
4. El aspecto tecnológico. Cómo evitar el doble gasto de un dinero digital sin una contabilidad centralizada
5. Blockchain 2.0: la tecnología de registro distribuido más allá de Bitcoin
6. Cuestiones problemáticas de blockchain
7. Blockchains públicas y blockchains privadas o permisionadas
8. Conclusión. Regulación y tecnología
Bibliografía
79290
Ficha técnica
Autor
González-Meneses Robles, Manuel
Editorial
Thomson Aranzadi
Idioma
Castellano
ISBN
978-84-13-09287-4
Fecha de Publicación
07-03-2019
Nº de páginas
219
Encuadernación
(Papel + Ebook)
Nº edición
1
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