La violencia de género es uno de los grandes problemas que tiene la sociedad actual. prácticamente, no hay día o semana en el que no haya que lamentar la pérdida de la vida de alguna mujer por esta causa y ello es solo la punta visible del iceberg, lo que permite imaginar la terrible magnitud oculta del drama que, a diario, sufren miles de mujeres y sus familiares (niños, dependientes) por esta causa. en aras de la solución de este problema, la ley orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de medidas de protección integral contra la violencia de género (lovg), abordó desde diferentes frentes la protección de la víctima. uno de estos frentes es el laboral, en cuanto se revela como básico y fundamental para la mujer maltratada el poder disponer de una independencia económica, y esta se logra, habitualmente, a través del desempeño de un puesto de trabajo. en este sentido, el legislador diseña una serie de medidas pensadas para facilitar el acceso al mercado de trabajo de la víctima y, en caso de que ya esté incorpora