JOSÉ CIUDAD Y AURIOLES (26/11/1849 -5/4/1924) fue una de las figuras más representativas de la vida judicial española de la segunda mitad del siglo XIX. Llegó al Tribunal Supremo cuando tenía cincuenta y cuatro años y seis años más tarde ya ocupaba la Presidencia de la Sala Tercera de lo Contencioso Administrativo. El 17 de septiembre de 1910 era Presidente del Alto Tribunal hasta el día 5 de marzo de 1923. Ciudad y Aurioles, ilustre jurista cordobés, fue consciente de que el Juez es mucho más que la "boca muda que pronuncia las palabras de la Ley".
Se adelantaba a la actual idea de lo que debe ser y es el Juez, que no es otra cosa que la piedra de toque para conocer el verdadero carácter democrático de un determinado sistema político. El Juez y el Ministerio Público son la garantía y la mejor tutela de las libertades y de los derechos fundamentales del ciudadano y por eso se repite y con razón que no cabe hablar de Estado de Derecho sin un Poder Judicial independiente y exclusivamente sujeto al imperio de la Ley.
Dotado de un amplio espíritu de comprensión para toda clase de ideas, instituciones y doctrinas en un periodo histórico tan conflictivo, supo con maestría acomodar sus muchos conocimientos a los siempre difíciles y estrechos límites en los que el Juzgador debe desarrollar su actividad y ello con total independencia del criterio subjetivo que pueda albergar en su forme de pensar.
CIUDAD Y AURIOLES, este gran desconocido cordobés, representa como nadie la traducción al mundo del Derecho de las palabras del Magistrado estadounidense Oliver Wendell Holmes cuando dijo con referencia a los Jueces y Magistrados que "La Ciencia es una pieza de moblaje útil para el primer piso, siempre y cuando se tenga sentido común en la planta baja". Nuestro insigne paisano hizo siempre lo posible para unir, en la aplicación de los textos legales, la rigidez de éstos con lo que en cada caso pedía la JUSTICIA templada, como exige la equidad, inspirada por la Ley natural. Quiso siempre que sus sentencias respondieran a una Justicia "pura, limpia de egoísmos", la que pedía AZORIN. (Los Pueblos. El buen Juez Paul Magnaud).
ÍNDICE
La ciudad de córdoba en el año 1849
La familia de José Ciudad y Aurioles
La vocación de jurista
Otras referencias añadidas
La España en la que nació Ciudad y Aurioles
El joven Ciudad y Aurioles y sus estudios en Madrid
La carrera profesional del juez don José Ciudad y Aurioles
La llegada de Ciudad y Aurioles al tribunal supremo
Su labor como magistrado de la sala de lo penal
Ciudad y Aurioles, presidente del tribunal supremo
Ciudad y Aurioles en la comisión general de codificación
Ciudad y Aurioles, diputado y senador del reino
La jubilación y el fallecimiento de d. José Ciudad y Aurioles
77026
Ficha técnica
Autor
José Manuel González Porras
Editorial
Tirant Lo Blach Humanidades
Idioma
Castellano
ISBN
978-84-17203-15-3
Fecha de Publicación
11-05-2018
Nº de páginas
216
Encuadernación
Rústica
Nº edición
1
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